la adolescente Amanda Alma Aguilar desapareció sin dejar rastro. La noticia llegó a oídos de la Policía a través del angustiado llamado de su madre, quien alertó sobre la ausencia de su hija de tan solo 14 años. Lo que siguió fue una búsqueda desesperada que culminó en la peor de las maneras posibles: Amanda fue encontrada sin vida, dentro de una bolsa de consorcio en el patio de la vivienda de su propia hermana.
La conmoción se apoderó de la comunidad, y el nombre de Amanda resonó en cada rincón de la localidad. Horas de angustia e incertidumbre dieron paso a una triste certeza: la joven había sido víctima de un brutal femicidio. Las autoridades detuvieron a Sixto Quiroga, cuñado de la víctima y principal sospechoso del crimen.
El impacto de esta tragedia no solo se siente en el corazón de la familia Aguilar, sino que ha reverberado en toda la comunidad. Amanda, descrita por sus seres queridos como una joven tranquila y bondadosa, nunca salía sola y siempre estaba acompañada de su madre o su hermano. La última vez que se la vio con vida fue en una imagen captada por una cámara de seguridad, cruzando un pasillo del barrio hacia la casa donde posteriormente se encontraría su cuerpo.
La noticia del macabro hallazgo movilizó a las autoridades, quienes allanaron la vivienda donde Amanda fue encontrada, un lugar que compartía con su hermana y su cuñado. La escena era desgarradora: el cadáver de la adolescente estaba oculto bajo un montículo de chapas y desperdicios. Junto a ella yacían un pico y una pala quebrada, elementos que evidenciaban la violencia del acto.
Las primeras evaluaciones forenses indicaron que Amanda había sufrido un golpe en la cabeza y al menos tres estocadas fatales. Estas heridas, infelizmente, fueron infligidas mientras la joven aún estaba con vida, convirtiendo su muerte en un acto de brutalidad inimaginable.
El principal sospechoso, Sixto Quiroga, de 30 años, no tardó en convertirse en el centro de la investigación. La certeza sobre su participación en el crimen se consolidó con la filtración de un perturbador mensaje de voz enviado a una conocida, en el que confesaba el homicidio y detallaba el espeluznante escondite en el que mantenía el cuerpo de Amanda.
El asombro y la indignación se apoderaron de la comunidad al descubrir que Quiroga había participado activamente en las búsquedas y rastrillajes para dar con el desfile de la joven. Esta revelación agregó un escalofriante matiz a la atrocidad del crimen.
La fuga de Quiroga después del hallazgo del cuerpo desató una operación de búsqueda y captura que culminó frente al cementerio de Tigre, donde finalmente fue detenido por personal de la Sub DDI y la comisaría local. El arresto del sospechoso marca un paso crucial en el camino hacia la justicia para Amanda y su familia.
Los fiscales a cargo del caso, Sebastián Fitipaldi, Pablo Menteguiaga y Mariela Miozzo, han asumido la responsabilidad de llevar adelante la investigación, asegurando que ningún detalle quede sin explorar en la búsqueda de la verdad y la justicia para Amanda.
Mientras la comunidad intenta similar la magnitud de esta tragedia, los recuerdos de Amanda como una joven amable y tranquila siguen resonando en las palabras de sus familiares y conocidos. Su desaparición y el posterior descubrimiento de su cuerpo han dejado una profunda herida en el corazón de Rincón de Milberg, recordándonos a todos la importancia de la solidaridad y la protección de nuestros jóvenes.
La Policía Científica ha iniciado minuciosamente la tarea de inspeccionar la escena del crimen, proporcionando a los investigadores las primeras pistas sobre las circunstancias que rodearon el brutal asesinato de Amanda. Con el tiempo, se esperan más detalles sobre las causas exactas de su muerte, aunque el dolor y la indignación ya se han arraigado en la comunidad.
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