El crimen de Daniel Sancho «Relato de un Asesinato»
La rueda de prensa. Llego el día, después de muchas especulaciones, de muchas hipótesis, hoy fue el día elegido, por la policía tailandesa, para dar a conocer al mundo, las pruebas recabadas en el asesinato de Edwin Arrieta.
La rueda de prensa
Como suele pasar en este tipo de casos, la misma empezó con retraso. He de decir que esperaba algo mejor organizado, con una traducción en tiempo real, al menos medianamente aceptable, pero lo que nos encontramos, al pinchar la señal en directo, fue caos.
Unos policías de pie, con una traductora, a la cual le costaba transmitir lo que estos decían, y unos traductores, por parte de la televisión, que, o no entendían, o no se enteraban de la misa a la media.
Primeros minutos de la rueda de prensa. Imagen de RTVE
De los primeros minutos, pudimos extraer con mucha dificultad algunas palabras. Pudimos conocer que el asesinato fue premeditado, que no fue un accidente, que no había terceras personas y que, por más que insistían e insistían los periodistas españoles, Edwin no se había asesinado solo y descuartizado después, que el único asesino, para ellos, era Daniel Sancho.
Conforme avanzaba la intervención, parece que todo se relajó un poco, los policías se sentaron y las traducciones fueron un poco más certeras.
Poco a poco, se fueron desmontando muchos de los bulos que, desde las televisiones, se han ido contando como si fuesen palabra divina.
Desmontando bulos
En la habitación no había 80 mil dólares. El importe, en la caja fuerte de la misma, era de 9 mil, cosa que encajaría mucho más en el límite permitido para pasar aduanas, fijado en 10 mil y, probablemente, la cifra no fuese redonda, porque Sancho se gastó 1000 en comprar un kayak la noche del crimen por ese importe.
Daniel no terminó con la vida de Arrieta de un par de puñetazos. Aun no pudiendo precisar la causa de la muerte con exactitud, cosa lógica, porque aun faltan resultados de algunos exámenes y partes del cuerpo que no han aparecido, se sabe que la víctima fue apuñalada en el pecho, acto que el presunto agresor terminó confesando. La prueba es la camiseta de Edwin, que mostraba un agujero compatible con el uso de un arma blanca.
Daniel no usó, presuntamente, solo un cuchillo en el crimen. Se tiene constancia de que adquirió, también, una sierra con la que se ayudo para descuartizar.
Descartaron totalmente la presencia de una tercera persona. Está todo grabado y solo se ve a Daniel y Edwin, además no hay ADN que pertenezca a nadie más que no sean ellos dos.
La policía dijo que no había negocios turbios, que ellos no han encontrado evidencia de los mismos.
Momento durante la rueda de prensa. Imagen RTVE
La conspiración seguirá
Lógicamente, estas explicaciones solo servirán para aquellos que quieran escucharlas, siempre existirán ese grupúsculo de personas que, aun con pruebas sólidas, seguirán viendo conspiraciones.
Bastará cualquier cosita para sacar punta, que un mal entendido en la traducción hiciesen creer a los agentes que el teléfono móvil, por el que se preguntaba, era el de Daniel y no el de Edwin, que durante los primeros minutos, con el caos y la mala traducción, entendiesen una cosa que no era lo que se expresaba. Pensar que la policía se robó el dinero, en lugar de admitir que el bulo de los 80 mil fue solo eso, un bulo, etc.
Al final, uno creerá lo que quiera creer, pero yo, desde este humilde medio y desde mi opinión personal, creo que Daniel va a pasar muchos años a la sombra, en una de las peores cárceles del mundo.
Más historias
Apuñala a un dependiente por negarse a venderle bebidas alcohólicas
Fallece en Palma el joven que fue arrojado por un balcón
Varón ucraniano es atacado con ácido en Benidorm por un posible ajuste de cuentas