Caso Macastre

El Caso Macastre se refiere a la misteriosa muerte de tres adolescentes en 1989 en la Comunidad Valenciana. Rosario Gayete Muedra, Francisco Valeriano Flores y Pilar Ruiz Barriga, de entre 14 y 15 años, desaparecieron tras planear una acampada en la zona de Macastre. Sus cuerpos fueron hallados en distintos momentos y lugares, presentando circunstancias y signos de violencia diferentes. A pesar de las investigaciones, el caso sigue sin resolverse, generando diversas teorías y especulaciones sobre lo sucedido.

Implicados

Víctimas:

  • Rosario Gayete Muedra: encontrada sin vida el 19 de enero de 1989 en una caseta de labranza en Macastre, sin signos evidentes de violencia.

  • Francisco Valeriano Flores: hallado el 8 de abril de 1989 en avanzado estado de descomposición, a 400 metros de donde apareció Rosario, sin signos claros de violencia.

  • Pilar Ruiz Barriga: su pie fue encontrado el 27 de enero de 1989 en la calle Alcàsser de Valencia; el resto de su cuerpo apareció el 24 de mayo de 1989 cerca de Turís, con evidentes signos de violencia y mutilaciones.

Sospechosos:

  • «Miguelo»: jornalero de Catadau que fue visto conversando con las chicas días antes de su desaparición. Fue interrogado pero no se encontraron pruebas concluyentes en su contra.

  • «Wichita»: toxicómano de Valencia señalado anónimamente como responsable. Negó su implicación y no se hallaron evidencias que lo vincularan al caso.

Docuserie, capítulo a capítulo

Docuserie Completa y Documental

Directos sobre el Caso Macastre

Enlaces de Interés

Libro «¿Qué pasó en Macastre?» de Félix Reíos y Amós Vanacloig – Círculo Rojo 

Fechas Clave:

  • 14 de enero de 1989: Los tres adolescentes parten hacia Catadau para acampar.
  • 19 de enero de 1989: Hallazgo del cuerpo de Rosario Gayete en una caseta de labranza en Macastre.
  • 27 de enero de 1989: Se encuentra un pie humano en la calle Alcàsser de Valencia, posteriormente identificado como de Pilar Ruiz.
  • 8 de abril de 1989: Descubrimiento del cadáver de Francisco Valeriano en un terraplén cercano a donde apareció Rosario.
  • 24 de mayo de 1989: Localización del cuerpo mutilado de Pilar Ruiz cerca de Turís.

Información sobre el caso:

El Caso Macastre es uno de los enigmas más inquietantes y perturbadores de la crónica negra española. A finales de los años 80, concretamente en enero de 1989, tres adolescentes de Valencia —Rosario Gayete Muedra, Francisco Valeriano Flores y Pilar Ruiz Barriga, de entre 14 y 15 años— desaparecieron tras haber planeado una escapada para acampar en las inmediaciones de Macastre, una zona de campo situada en la comarca de la Hoya de Buñol. Aquella aventura inocente acabó convirtiéndose en una de las historias más oscuras y mal resueltas de la justicia española.

El 19 de enero de ese mismo año, apenas cinco días después de que se les perdiera la pista, el cuerpo de Rosario fue hallado en el interior de una caseta de labranza abandonada. Estaba completamente vestida, sin aparentes signos de violencia externa, lo que inicialmente hizo pensar en una posible muerte por causas naturales. Sin embargo, la autopsia de Rosario reveló sangre en la zona genital y la presencia de una sustancia blanca o amarilla no identificada, lo que despertó la sospecha de una agresión sexual o un posible envenenamiento. A pesar de ello, la investigación no avanzó con la contundencia que requería.

El 27 de enero, el caso tomó un giro macabro cuando apareció un pie humano en una bolsa de basura en plena ciudad de Valencia, concretamente en la calle Alcàsser. Más adelante, tras pruebas forenses, se confirmaría que pertenecía a Pilar Ruiz Barriga, otra de las menores desaparecidas. Este hallazgo sembró el pánico y el desconcierto en la sociedad valenciana, y marcó el inicio de una cadena de especulaciones que aún hoy siguen sin respuesta.

Meses después, el 8 de abril, el cadáver de Francisco Valeriano fue encontrado en un barranco cercano al lugar donde apareció Rosario. Su cuerpo, ya en avanzado estado de descomposición, presentaba una situación similar: ningún signo externo claro de violencia. ¿Murieron en el mismo lugar y momento? ¿Fueron trasladados? ¿Alguien quiso despistar?

Finalmente, el 24 de mayo, se localizó el resto del cuerpo de Pilar, abandonado cerca de Turís, a varios kilómetros del lugar original. El estado del cadáver evidenciaba mutilaciones, y se confirmó que había muerto de forma violenta. Esto rompía con la línea de “muerte accidental” que algunos investigadores intentaron sostener, y reforzaba la idea de un triple crimen con tintes rituales o sexuales.

A pesar de los interrogatorios a varias personas, como el jornalero conocido como «Miguelo» o un toxicómano apodado «Wichita», nunca se encontraron pruebas concluyentes que vincularan a nadie con los asesinatos. Ni móviles claros, ni testigos, ni confesiones. El caso se enfrió con el paso del tiempo y hoy, más de tres décadas después, el crimen de Macastre sigue sin resolver.

Lo más inquietante es que el caso Macastre guarda muchas similitudes con otro crimen múltiple que ocurrió años más tarde en la misma zona: el caso Alcàsser. Ambas historias comparten perfiles de víctimas similares, desapariciones en circunstancias confusas, restos repartidos en distintos puntos y, sobre todo, un halo de impunidad e incógnita. De hecho, algunos investigadores han especulado con la posible conexión entre ambos casos, aunque oficialmente no existe ninguna prueba que los relacione.

El caso Macastre, más allá de sus hechos terribles, es también un ejemplo del tratamiento deficiente de la justicia y la forensía en la España de los 80. Fallos en la preservación de pruebas, negligencias en las autopsias y una investigación errática han hecho que la verdad esté hoy más lejos que nunca. A pesar de los avances en criminología y genética, los cuerpos de los tres adolescentes no han revelado aún el secreto de lo que les ocurrió realmente.

Con el auge de los documentales de true crime, el caso ha cobrado nueva vida en foros, podcasts y redes sociales. Muchos jóvenes lo descubren ahora y se preguntan cómo es posible que tres niños puedan desaparecer, morir y aparecer diseminados por la provincia de Valencia sin que nadie haya sido condenado por ello.

A día de hoy, el caso Macastre sigue siendo un misterio sin cerrar, una herida abierta para las familias y un ejemplo doloroso de cómo el olvido institucional puede sepultar la justicia.

Disponible en todas las librerías

Compra la Biblia del Caso Sancho: