Tetradracma de Siracusa, grabada por Kimón (Algargos, Arte e Historia)

El coleccionismo griego

¿Por qué era tan difícil ser ciudadano de Esparta?

El coleccionismo griego es uno de mis temas favoritos, quizás demasiado complejo para abordarlo aquí, aun así, espero suscitar el interés de alguno de vosotros con esta pequeña introducción.

Supongo que la mayoría de los lectores, tendrán en su casa, en algún cajón, estuche o bolsa, una pequeña colección de monedas antiguas, en la mayoría de casos, alguna que otra peseta.

Sin embargo, la numismática se abre a todo un mundo por explorar, y es que la moneda es un invento con más de 26 siglos. Entre muchas cosas, este tipo de coleccionismo me hizo descubrir una de mis mayores pasiones en la actualidad, la historia.

Existe una variedad inmensa de coleccionismo, desde la moneda colonial, el centenario de la peseta, los Morgan Dollars o la moneda romana, sin embargo, hay un coleccionismo muchísimo más antiguo, más dificil y, al menos en España, menos explorado, la moneda de la Antigua Grecia.

Las monedas más hermosas de la antiguedad

Muchos son los apartados que se pueden analizar de una moneda aunque, probablemente, el arte sea el más llamativo de ellos. Las monedas griegas, por lo general, se pueden distinguir en 3 periodos: Arcaico, Clásico y Helenístico, todos ellos causan interés por diferentes motivos.

En las monedas arcaicas encontramos el origen de estas, las primeras formas de dinero monetal de la historia, en la clásica encontramos ejemplares con un detalle y una belleza fascinante y, en las monedas helenísticas, fusionamos ese hermoso arte con los nombres de los primeros reyes que quisieron dejar este en sus monedas, las cuales cubren reinos desde Macedonia hasta la India.

Como se puede ver, las 3 etapas son pioneras en algo y, evidentemente, esto influyó en todas las monedas que vendrían después, como las romanas, con emperadores que plasmaban sus nombres, tenían grabadores de gran talento y, en algunos casos, imitaban los motivos griegos.

Muchas y muy pocas a la vez, un coleccionismo confuso

La moneda griega tiene una forma de coleccionismo realmente compleja. Hay que tener algo en cuenta, los griegos no formaron un estado unificado, es más, antes de los reinos helenísticos, los griegos vivían en ciudades-estado, emitiendo cada una sus propias monedas. Por ejémplo, solo para la región de Tesalia, encontramos acuñaciones de Larissa, Escotusa o Feras, entre otras muchas.

A parte, cada ciudad emitía varios valores, desde la tetradracma, la didracma, la dracma y sus divisores.

Si coleccionar monedas de euro, a veces puede resultar dificil para completar algunos países, imaginen la dificultad para la moneda griega. Realmente, en este caso, no es factible conseguir una colección completa, sino que te tendrás que conformar con una colección representativa.

Además, no hablamos de monedas con tiradas millonarias y de hace 50 años, hablamos de ejemplares con unas tiradas que, en el mejor de los casos, rozarían el millón, y con una antiguedad mínima de 2100 años, lo que las hace mucho más escasas, a pesar de la gran variedad que hay.

Además, algo que dificulta aún más su estudio y catalogación, son sus pesos. Me explico, los griegos tenían diferentes estándares, desde el milesio, el ático, el persa, el índico, el jonio, o el eginético. Es decir, una dracma ática, que tendría un peso de 4,3 gramos, sería mucho más pequeña que una dracma eginética, que tendría un peso de unos 6 gramos.

Además, si nos vamos al bronce, directamente, en casi ninguna ciudad, llega a figurar el valor de estas monedas, quedando como, simplemente, fracciones de cobre, sin saberse nunca que valor podrían tener, lo cual es un poco frustrante.

España, un país sin moneda griega

Los griegos si acuñaron algunas pocas monedas en España, en las ciudades de Emporion y Roses, de hecho, fueron quienes introdujeron su uso, allá por el siglo V antes de Cristo. Sin embargo, la moneda griega no le ha ganado en relevancia a su hermana menor y descendiente, la moneda romana.

Realmente, en España no existe un interés tan grande por la moneda griega. Esto, evidentemente, hace que sean realmente pocas las piezas de gran calidad que se venden aquí, pues otros países ofrecen mercados mucho más fructíferos.

Un coleccionismo frustrante a veces

Supongo que no soy el primero al que le ha ocurrido. Las monedas griegas, sobre todo cuanto más antiguas son, suelen presentar un tamaño realmente ínfimo. Las monedas de tamaños más manejables, como las dracmas o tetradracmas, suelen estar, en la mayoría, en un nivel económico que la mayoría no podemos permitirnos.

Sin embargo, monedas de denominaciones inferiores, si son accesibles para el público promedio, destacando las hemidracmas. Aun así, monedas de un céntimo de euro son tan grandes como una dracma promedio, así que imaginen el tamaño del resto de las monedas que hay por debajo.

Sin embargo, si eres capaz de sumergirte en este mundo, le acabarás cogiendo cierto cariño y, sobre todo, mucho respeto a aquellos grabadores que fueron capaces de grabar su arte en un tamaño tan pequeño, aún con medios tan rudimentarios.

Recomendaciones

Mi mayor recomendación, para aquellos que busquen saber más sobre las monedas de la antigua grecia, son los seminarios y videos explicativos de Damian Salgado, una de las mayores mentes numismáticas de nuestro tiempo y de quien yo he tenido el gusto de aprender muchísimo, tanto de historia como de numismática, gracias a su canal de YouTube.

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