Leónidas de Esparta en las Termópilas (300, Zack Snyder, 2006)

¿Por qué era tan difícil ser ciudadano en Esparta?

Los ciudadanos, por el hecho de serlo, tenían derecho a una parcela de tierra proporcionada por el estado espartano. Además, se le otorgaba una familia de esclavos (ilotas), que serían quienes trabajarían las tierras de su parcela.

Menandro y los griegos de la India

¿Por qué era tan difícil ser ciudadano en Esparta?. Esparta es, probablemente, la ciudad griega que más llama la atención, junto con la propia Atenas. Ha sido representada en multitud de obras de arte, películas, comics, cuadros y series de televisión. Esta antigua ciudad despierta el interés en muchos de nosotros, sobre todo en cuanto a esos soldados de capas rojas.

Esparta es una ciudad que, en un inicio, era muy similar al resto de ciudades-estado griegas. Sin embargo, esta situación no tardó mucho en cambiar, y es que los espartanos vivían en una zona bastante pobre, dentro de lo pobre que, de por sí, el Peloponeso. Dos guerras mesenias dieron el control a esparta sobre esas tierras.

La sociedad espartana

Tras la conquista de Mesenia, Esparta se dividió en 3 clases sociales. Ciudadanos, Periecos e ilotas.

Falange Hoplítica espartana
(300, Zack Snyder, 2006)

Los ciudadanos, por el hecho de serlo, tenían derecho a una parcela de tierra proporcionada por el estado espartano. Además, se le otorgaba una familia de esclavos (ilotas), que serían quienes trabajarían las tierras de su parcela. La mujer espartana tenía un papel fundamental, pues era quien debía vigilar una posible revuelta de los esclavos en su propiedad, por ello eran instruídas, educadas y entrenadas, así como gozaban de múltiples derechos y libertades. Los hombres solo podían dedicarse al ejército y podían participar en la asamblea.

Los periecos, por así decirlo, eran personas de segunda clase. Quizas hijos de espartanos que no habían alcanzado la ciudadanía, hijos bastardos o inmigrantes. Estos se encargaban de realizar los trabajos que ningún espartano de pleno derecho podía realizar, es decir, todo lo externo al ejército. Artesanos, herreros, arquitectos o mercaderes eran algunos de los trabajos que ejercían.

Los ilotas, por su parte, eran los esclavos. No pertenecían a ninguna persona concreta, como en el resto del mundo antiguo. Los ilotas eran esclavos públicos, por así decirlo. Pertenecían al estado y se trataban de prisioneros de guerra y, probablemente, descendientes de los antiguos mesenios que, tras perder sus tierras, fueron la clase esclava de Esparta. Estaban obligados a vestir en ropas humildes, generalmente de piel, y llevar un gorro de piel de perro, que los destacaba como «bárbaros» o «incivilizados».

Los requisitos para ser ciudadano

Como se puede ver, la ciudadanía espartana era algo muy prestigioso en aquella época pero, evidentemente, el estado no podía dar tierras a todo niño nacido, no se podía dar una familia de ilotas a cada nueva familia espartana. El territorio era limitado y, evidentemente, pronto fueron necesarios requisitos para obtener estos privilegios. De aquí viene la dura vida de los niños espartanos.

Estatua de Leónidas en las Termópilas de Tesalia. (Fotografía de Gonzalo Serrano, flickr)

Cuando un espartano nacía, si era hijo de padre y madre espartanos, era examinado por los éforos, quienes evaluaban la aptitud del niño para ser un soldado fuerte. (Si el niño no pasaba este examen, podría ser abandonado aunque, generalmente, era recogido y criado por sus padres, aunque nunca sería ciudadano, sino que quedaría como un perieco)

Tras pasar el examen, hasta los 7 años, el niño era criado en casa. Tras alcanzar esa edad, comenzaba su entrenamiento militar, la agogé. Se le enseñaba a leer, escribir y música. Estos efebos, que así se llamaban, eran entrenados duramente en lo militar. Se les obligaba a llevar un manto grueso como uniforme, para pasar frío en invierno y calor en verano. Se les instaba a robar, reduciendo su comida y recibían duros castigos, todo con el fin de templar su carácter. Cuando cumplían los 12, ya comenzaban una vida totalmente militar, decidida a la formación en falange, la gimnasia y el entrenamiento.

Al cumplir los 18

Al cumplir los 18, debían realizar un ritual de paso, para convertirse en espartanos, la Krypteia. Esta prueba consistía en exiliarse en la montaña durante unos meses, sin alimento ni medios. Debían bajar a la ciudad a robar sin ser descubiertos, sobrevivir por sus propios medios y, si fuera posible, asesinar algún ilota con sus propias manos.

Los que superaban esta prueba eran llamados «Eiren» y, hasta los 30 años, no alcanzaban la ciudadanía.

About Author