Heliogábalo cubriendo de flores a sus invitados en palacio. (Las Rosas de Heliogábalo, Lawrence Alma-Tadema)

El día que Roma se bañó de pétalos de rosas

A este emperador se le aplicó la "Damnatio Memoriae", es decir, se trató de borrar su nombre de todo archivo o registro, para evitar que pasase a la historia. Además, se llevó a cabo una auténtica campaña de desprestigio para este emperador. Múltiples rumores corrieron como la pólvora por las calles de Roma.
Busto de Heliogábalo (Museo Capitolino, 221 d.c.)

Durante la extensa vida del Imperio Romano, existieron decenas de emperadores que dirigieron este territorio, algunos muy recordados, otros olvidados por la historia. El siglo III fue la época más controvertida de Roma, un tiempo en que el imperio estuvo a punto de caer.

Entre la extensa lista de emperadores, uno de ellos destacó por sus gustos, sus costumbres y su característica forma de ser, os presento a Sexto Vario Avito Basiano, más conocido como Heliogábalo, en honor al dios solar sirio, El-Gabal.

Una boda prohibida

La homosexualidad, al contrario de lo que pueda pensarse, no era algo mal visto en la antiguedad, de hecho, era algo relativamente común en el mundo antiguo. El batallón sagrado de tebas, los harenes de diversos emperadores, los cuales se componían de hombres y mujeres, o la famosa relación de Alejandro Magno con Hefestión son, tan solo, algunos ejemplos de bisexualidad y homosexualidad en la antiguedad.

Denario de Julia Aquilina Severa
(Rauch, Auction 109, Lote 431)

Por otra parte, los amoríos de Heliogábalo fueron objeto de polémica desde el primer momento. Heliogábalo se casó con 5 mujeres, siendo la segunda de ellas Julia Aquilia Severa, una virgen vestal.

Si habeis leído mi artículo sobre «Los Orígenes de Roma«, sabreis por qué habría sido polémico contraer matrimonio y relaciones sexuales con una virgen vestal. Al poco tiempo, abandonó a esta esposa por otra, pero tras unos meses, regresó con ella, evidentemente, atrayendo más la polémica.

Sin embargo, también se habla de que la mas estable de sus relaciones la mantuvo con su esclavo, Heriocles. También se habla de un posible amorío con un atleta de Esmirna, durante una festividad, aun así, esto es recogido en la Historia Augusta, la cual no es una fuente muy fiable.

Como dije anteriormente, y exceptuando su matrimonio con una virgen vestal, el resto de sus relaciones no tenían por que resultar extrañas en la época del Imperio Romano. Sin embargo, vamos a inmiscuirnos en los asuntos por los que este emperador pudo ser tan odiado.

La furia de los dioses

Áureo de Heliogábalo, en honor al dios El-Gabal, portando la piedra de Emesa sobre una cuádriga con estandartes.
(Ars Classica, Subasta 131, lote 70)

Los romanos eran extremadamente devotos y supersticiosos. Para el mundo antiguo, incluso el medieval, la religión era motivo de luchas, revueltas y asesinatos. Para inicios del siglo III, la figura del Sol Invicto estaba tomando gran popularidad en Roma, dejando, casi en un segundo plano, al resto de figuras del panteón Romano.

Heliogábalo era el Sumo Sacerdote del dios solar sirio, El-Gabal. Esto le venía por parte de su familia. Por lo tanto, Heliogábalo decidió aprovechar la popularidad del Sol Invicto para sustituirlo por El-Gabal, creando un templo en su honor en Roma, así como una gran festividad anual.

Si a esta reforma religiosa, le sumamos el escándalo de su boda con una virgen vestal, podemos entender por que no era del agrado de todo el mundo este emperador.

Las malas lenguas

Heliogábalo acabó asesinado por su guardia pretoriana, así como su madre. Su cuerpo fue desnudado y paseado por las calles de Roma. Todo esto iría en favor de su popular primo, Alejandro Severo, quien sería en nuevo emperador. Heliogábalo moriría con tan solo 18 años.

Epígrafe de la Damnatio Memoriae decretada sobre Heliogábalo
(foto de http://damnatiomemoria.blogspot.com/)

A este emperador se le aplicó la «Damnatio Memoriae», es decir, se trató de borrar su nombre de todo archivo o registro, para evitar que pasase a la historia. Además, se llevó a cabo una auténtica campaña de desprestigio para este emperador. Múltiples rumores corrieron como la pólvora por las calles de Roma.

Busto de Heliogábalo reconvertido en Alejandro Severo
(Museo Nacional Romano)

Se cuenta que le gustaba maquillarse y retocarse en exceso. También se dice que usaba pelucas y que, algunas noches, salía a ofrecer servicios sexuales en las calles de Roma, vestido de mujer. También se cuenta que se hacía llamar «la reina de Heriocles». Uno de los rumores que más se han extendido sobre Heliogábalo fue que, durante su mandato, ofreció grandes riquezas a aquel médico que le dotase de genitales femeninos.

De la Historia Augusta (Escrito romano poco fiable), encontramos un pasaje sobre este emperador que, con total certeza, fue inventado. En este se explica que, durante una de sus fiestas en palacio, mandó arrojar una ingente cantidad de pétalos de rosas sobre los invitados. Tal fue la cantidad, que muchos invitados murieron asfixiados. Esto, evidentemente, forma parte del desprestigio que se hizo a su figura.

*Aclaración

Hay que entender una cosa respecto a este tipo de emperadores. Cuando un emperador estuvo envuelto en alguna polémica religiosa, o no tenía buenas relaciones con la clase política (senado), solían escribirse sucesos falsos o exagerados tras su muerte.

Digamos que este tipo de emperadores eran borrados de la memoria pública y, en caso de no conseguirse, se emprendía una auténtica campaña de propaganda en su contra.

Tondo que representa a la familia de Septimio Severo. El busto de Geta ha sido borrado por la Damnatio Memoriae que aplicó sobre él su hermano, Caracalla, que es el niño que vemos debajo a la derecha.
(ilustración procedente del artículo de Francesca Tronchin «Damnatio memoriae—Roman sanctions against memory», en Khan Academy)

Esto lo sufrieron, a su muerte, emperadores como Tiberio, Calígula, Nerón o Domiciano. En el caso de los últimos dos, se sabe que no fueron tan malos emperadores en realidad. Para hacerse una idea, se cuenta que Nerón se puso a tocar su lira en el palacio mientras Roma ardía en un incendio. Actualmente, se sabe, casi con toda certeza, que Nerón se encontraba de campaña, fuera de Roma, en el momento en que el incendio ocurrió, además de que permitió a la gente de las casas afectadas, refugiarse en su palacio.

Es extremadamente probable que la mayoría de las cosas que se cuentan sobre Heliogábalo, también estén influenciadas, inventadas o exageradas por el odio de la clase senatorial, no tanto por sucesos reales.

Sin embargo, si parece ser que, en este caso, Heliogábalo era una persona que se sentía más identificado con una mujer que con un hombre. Probablemente, este emperador, quizás no tan recordado, se trate de la primera persona transexual que se ha documentado en la historia.

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