El renacimiento de la Plena Edad Media es un hecho histórico que, por desgracia, no es tan famoso como el visto durante los siglos XIV y XV. En este proceso, la sociedad medieval europea asiste a una serie de corrientes de pensamiento distintas, Europa comienza a abrirse al mundo.
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El despertar de la ciudad
Durante los últimos dos siglos del Imperio Romano de Occidente y, tras su caída, las ciudades se habían vuelto realmente peligrosas, así como también, las rutas comerciales se habían debilitado y, practicamente, desaparecido. La vida se trasladó al campo, resultando en una sociedad rural, donde las ciudades a penas tienen un papel administrativo.
Sin embargo, tras acabar las primeras invasiones y establecerse imperios estables, la ciudad fue recomponiéndose poco a poco, sobre todo, con la creación del Imperio Carolingio y, posteriormente, el Sacro Imperio Romano Germánico.
Las ciudades de Italia, Francia y Alemania comenzaron a prosperar en el comercio, lo que aceleró el crecimiento de la ciudad. El intercambio marítimo mediterráneo se impulsó y, en general, las ciudades volvieron a ser lugar de bullicio y comercio.
El comienzo de una nueva era
Conforme se acercaba el año 1000, las ideas mileniaristas hicieron mella en los pocos avances que tuvo la sociedad, durante la Alta Edad Media. Además, la llegada de las Segundas Invasiones propició una desestabilización de los reinos europeos de entonces. Sin embargo, estas invasiones fueron perdiendo fuerza y, con el tiempo, los normandos daneses fueron adoptando el cristianismo y contribuyendo a la remodelación del comercio, terminando estas invasiones en el siglo X.
Estas invasiones reforzaron la Europa que había previamente, pues fueron motivo, entre muchas otras cosas, de la creación de grandes murallas y fortalezas, que ayudaron, posteriormente, en diferentes conflictos.
El regreso de viejos conocidos
Durante la Alta Edad Media, en oriente, se conservaron las obras clásicas, de autores como Platón o Aristóteles, principalemte. Con la expansión, desde oriente, del islám y sus conquistas a antiguos territorios bizantinos, estas obras fueron viajando hasta la península ibérica.
Los avances en la reconquista de Al-Ándalus, propiciaron el redescubrimiento y traducción de estas antiguas obras de la filosofía y el pensamiento clásico. Estos pensamientos fueron transmitidos al resto de la cristiandad Europea, la cual se vio altamente influenciada por estas ideas clásicas, la sociedad comenzaba a indagar en nuevas formas de pensamiento y comprensión de la realidad.
Esto va a influenciar muchísimo en la religión cristiana. Van a empezar a surgir órdenes mendicantes, destacando los Franciscanos y Dominicos, que perduran hasta hoy y presentan nuevas perspectivas para difundir la fe.
También en este tiempo, acontece el esplendor del arte gótico y románico.
La vuelta al estudio
Hasta el siglo XI-XII, la lectura de antiguos escritos estaba reservada, casi exclusivamente, a los monjes de los diferentes monasterios, quienes se encargaban de conservarlos, traducirlos y reescribirlos. Sin embargo, a partir de esta época, comenzaron a surgir escuelas locales y, poco después, las primeras universidades.
También se comenzaron a estudiar las leyes del código de Justiniano, que también había sido recuperado de los escritos árabes en la reconquista de la Península Ibérica.
Alfonso X, el Sabio (Biblioteca Nacional, Madrid)
(Patrimonio y Paisaje)
Alfonso X de Castilla, conocido como «El Sabio», establecería un derecho que recogería en las 7 Partidas, basado en el derecho de Justiniano.
Las cruzadas
Como expliqué en el artículo sobre «Las Cruzadas. Las primeras incursiones de Europa«, este movimiento religioso-militar responde a este renacimiento de la cultura y la sociedad europea. Las cruzadas son muestra del avance militar de occidente, que empieza a situarse por encima del oriente bizantino, que había dominado durante la Alta Edad Media y que, en este momento, comenzaba a decaer y precisaba la ayuda de occidente para defenderse, sin embargo, y como vimos también en el artículo mencionado anteriormente, las cruzadas no traerían otra cosa que la caída del propio Imperio Bizantino, que a penas resurgiría de forma extremadamente precaria.
La monarquía
En la sociedad feudal se había creado una auténtica red de vasallaje y señorío, en la que el rey, poco a poco, comenzó a escalar. Finalmente, los reyes de los diferentes reinos se posicionaron en las cúspides de estas redes de vasallaje, siendo, las personas del reino, sus vasallos. Esto será fundamental para conseguir reinos unificados, problema que había tenido, por ejemplo, Francia, donde el sentimiento de autonomía estaba presente en múltiples bloques del reino.
El establecimiento de una monarquía absoluta sería la base de los imperios europeos, que durante la Edad Moderna, dominarían buena parte del mundo
Sin embargo, esto es algo que se dará, definitivamente, durante la Baja Edad Media, que comprende los siglos XIV y XV.
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