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El suceso tuvo lugar al mediodía del pasado martes, 5 de marzo, en el barro de Son Armadans, en Palma.
Un testigo llamó al 091 para alertar de que dos intrusos habían entrado a un domicilio por la fuerza. Al lugar se desplazó una patrulla que, al llegar, encontró la puerta de la vivienda forzada y un destornillador en el suelo.
Al ingresar a la casa, los agentes no encontraron a nadie dentro, en un primer momento. Sin embargo, al acceder al patio interior, escucharon unos ruidos que venían de detrás de un muro. Tras escalarlo, los policías encontraron a uno de estos intrusos agachado en un callejón que no tenía salida. El hombre llevaba guantes y un bombín con llave, así como otro destornillador.
Tras un análisis más a conciencia de la estancia, los agentes localizaron al segundo individuo, que se encontraba escondido tras unas cortinas.
Al parecer, el sistema de alarmas del domicilio había sido anulado. Los intrusos arrancaron los dispositivos y los destrozaron, llegando a evaluarse el destrozo en torno a los 1000 euros.
Los dos hombres, de 22 años y origen argelino, fueron detenidos por los presuntos delitos de usurpación y daños.
