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Este suceso se dio el día 23 de agosto del año 2018. La víctima de este caso, que por aquel entonces tenía 17 años, iba a pasar unos días en la casa de su hermano, que vivía con su pareja, en Benalmádena.
Al parecer, el chico tenía buenas relaciones con su cuñado, hasta ese día 23 de agosto.
Ese día, la víctima se quedo a solas con su cuñado en la casa. Ambos comenzaron a beber cerveza, tras lo que el chico comenzaba a notar nauseas. El joven se tumbó en la cama y su cuñado le propuso darle un masaje, como excusa para desnudarlo.
El menor quedó en estado de shock y entró en pánico, por lo que empezó a fingir que estaba sufriendo un ataque epiléptico. En este momento, su cuñado se asustó y cesó el abuso. El agresor se dispuso a llamar a los vecinos y a los sanitarios.
Hasta la llegada de la ambulancia, el menor continuó fingiendo las convulsiones y, una vez llegó la enfermera, le comentó lo que, en realidad, había sucedido.
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía declaró culpable de delito sexual al agresor, tras analizar las diferentes pruebas y testimonios. El menor rechazó cualquier tipo de indemnización, descartando los fundamentos de la defensa del agresor, que apuntaban a un posible interés económico.
Por este delito, el agresor deberá cumplir cuatro años y medio de prisión, además de otros dos años de libertad vigilada.
